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Complejo de cuidadora no profesional. Día 39

He vivido cediendo terreno hasta quedarme con el necesario —un área invicta, de nadie, que un desconocido reclama. Rafael Cadenas Luz que se achica cada vez que se exhibe. Amargura. La indigencia conspira, la tradición no merodea contemplativa. La bravura repudia, alterna entre la costumbre y la basta esperanza de un todavía. Lástima de sí misma. Remoto, donde se le incrustó genéticamente como un comportamiento válido. Egoísmo, no de otros, no. Necesidad de cariño. Hambre por ser un día acogida, abrazada desde las entrañas. Primaria. Vegeta adiestrada. Quizás, solo quizás, suplica auxilio; el suyo. Se desquicia. Incoherencia por ser y rehuir. Ansia desesperada de renacer sin grilletes, ser la benefactora. Escuece, como cuando algo ha dejado de tener sentido. Ese vacío inmaterial no descifra lo que un día unió, aquello que se cedió en nombre del amor, de una eternidad no recíproca. Susurros maliciosos exponen lo que omite: nunca será suficiente. Huele a sangre,

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