La hora truncada. Día 40
—¿Qué buscas? —No lo sé. —Y por qué insistes. Déjalo. Abandona. Acaso no ves cómo te desborda el caos. Cómo en esta batida lo único que encumbras es perdición y desaliento. —Debo seguir, necesito hacerlo. En el crepúsculo acontece una turbia fisura, incómoda. Dañina . Convulsa en el recuerdo de aquella noche fría, se desgarra en el lamento. Recluida . Como mártir anhelante balbucea ruegos, dispensas contradictorias. Condena . En el soberano desarraigo quebranta, las agujas sellan lo irremediable. Origen . Hace años que no escribo poesía, no es lo mío, y mira que es una de las cosas que más venero. Este vaivén empezó en marzo del 2024, y está costando, nada es cómodo, pero aun en la convulsión, nunca he estado más segura, más certera. Y, sobre todo, comprendida. Esta entrada es para vosotros: Rosa, Xavi, Miguel, María e Idalia . Algún día, en algún momento que contemple ...