Escritura. Día 30

 



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Escribir es también no hablar.

Es callarse. Es aullar sin ruido.’’

Marguerite Duras

 

Husmean miles de frases inconexas. Libretas de hojas en blanco, en cuadrícula, notas del antes con esbozos sin sentido, gritan; aquí, aquí, persiguen como claros intentando emanciparse de sus sombras. Escapar. <<Déjalas ir, salir, libéralas, libérate>>. La voz tan a menudo acallada, prisionera; exige, murga, aporrea hasta que por una vez logra la no rendición. Lucha fervientemente. La impotencia pierde y se rescata.

Por primera vez en mucho tiempo forja algo para ella, siente miedo ante lo desconocido, lo que supondrá, la ignorancia es temida, el albedrío acarrea no gozar del control, éste en el que lleva tantos años amoldada, gobernando cada paso dado. La aterroriza y venera. Inevitable en su ahora.

Posterga, siempre atrasa; pero salta, como cuando se es un niño y los raspones de las rodillas sangraban, pero no dolían; y se adentra en un mundo nuevo. Ahí resurge una parte anhelada, adormecida, prohibida. Es entonces cuando empieza a comprender.

No hay miedo por saber qué, quién, cómo o por qué. Solo la grandiosidad que proporciona la palabra, rebeldía, reconocimiento e inicio. Salvación.


Comentarios

  1. Las palabras curan.
    Doy fe.
    En todas vive lo que somos.

    Besos.

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  2. Sentido texto. Es que somos también lo que callamos.

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  3. Al final somos almas que dependemos del albedrío aunque creamos que podemos controlar nuestro propio yo.
    Un beso, Irene.

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  4. Asumir riesgos, saltar al vacío , probar lo desconocido, sea callando, aullando o permitiendo q salgan las palabras q has callado, sin duda conlleva una parte de vértigo provocado como dices, por esa falta de control que supone el momento de la elección ...Yo creo q una buena elección es la q te ayuda a sentirte mejor contigo misma, a veces el mero hecho de desahogar ya es curativo ...aunq sea abriendo una ventana y soltando un grito a la nada ; )

    Un beso Irene ...con muuuucho oxigeno para ti ; )

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  5. A veces da miedo hasta escribir lo que se teme por si se hace demasiado presente en la palabra escrita, pero también puede servir de revulsivo, de una forma de expulsar los demonios fuera a la vez que se ponen sobre el papel.
    Un beso.

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  6. Hola, Irene, la frase de Marguerite Duras es genial, me encantó conocerla y estoy de acuerdo con ella.
    La vida muchas veces no es más que un grito ahogado en el silencio, reprimido, por eso afloran tantos sufrimientos e inconformidades, y hasta enfermedades. Es sano dejar salir ese grito y que se escuche bien alto y con buen alcance, por si ensordecemos de tanto enmudecer, el eco lo traiga.
    El segundo párrafo es muy sincero y honesto, tan liberador... Te ha quedado perfectamente hilvanado, lo dice todo y lo sellas con ese final tan revelador.
    Un escrito profundo de una introspección leal, al desnudo, sin agravio, encaminado a liberar y sanar.
    Bravo Irene, tienes el don de la elocuencia pura en la escritura, y en especial en la que sirve para dejar salir todo aquello que la boca no pronuncia por temor a errar o herir, a recibir reproches o por sentir vergüenza, o sea, por MIEDO E INSEGURIDADES.

    Te siento decidida y eso es lo mejor, declararse imparable cuando se toman decisiones resucitadoras y liberadoras.
    Te mando un par de alas para elevar tu vuelo y un fuerte abrazo. Besos.

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  7. Hola, Irene! A veces la cabeza se nos llena de rumiaciones, pensamientos y temores. La palabra, aunque sea escrita, es curativa puesto que traslada esa vorágine emocional al mundo real. Pone orden y con ello, al verbalizar nuestro interior, logra hacernos comprender mejor lo que nos pasa. Un abrazo!

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