Ralentí. Día 17

 


Mudez resentida que no consiente expresar las condenas que acaecen, verdugo que goza del dolor que impregna sus armas.

Paralizada ante el agravio, asevera desprotección, descarrío, cautiverio.

Trazos de un día atrás que pobremente logra descifrar, lucidez entorpecida por lo que conjetura como recuerdo. Llanto que acompaña al desencanto, descarnando, inconexo. Enfado, rabia, preguntas que nunca lograrán tener respuesta.

Con un hilo de voz, quiere, necesita expresar, gritar, patalear ante la injusticia, pero la hosquedad coacciona, resiste el impulso, no cede, perversa. Controla.

Deleite del poder que succiona, transmutándolo oscuro, infausto. Erradicando las inspiraciones termina cediéndole el mando. Rindiéndose, por un instante, se abandona al descanso. Otra invención, la rueda sigue girando.

Palabras que luchan por salir, pero cohabita imperturbable, cruel, endemoniada.

La niña reaparece. Como un baile abusivo se pregunta, cuántas veces consentirá marginar su propio rugido.


Comentarios

  1. ¡Hola, Irene!
    Veo que 'Gaveta de yerros' va tomando forma y aunque el todo aún es algo críptico es un gusto leer unos textos tan profundos con esa tremenda prosa que nos regalas. Observo que vas numerando las entradas y no en orden consecutivo lo que añade misterio al conjunto de la obra. Estoy seguro que expulsar estas letras te hace mucho bien no solo por el desahogo, sino también por la muestra de talento que dejas en tus textos.
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Me dejas asombrada con la profundidad de los textos y la prosa tan rica que nos regalas.
    Enhorabuena y espero que estés disfrutando tanto escribiendo como nosotros leyéndote.
    Muy feliz noche.

    ResponderEliminar
  3. La niña no entiende qué hace en ese futuro que le esperaba.
    Ni en la peor de sus pesadillas imaginó tanto desencanto.

    Besos

    ResponderEliminar
  4. Nada peor que querer gritar el propio dolor y que solo te responda el silencio, la garganta paralizada, el horror prisionero dentro de una sin poder escapar en un hondo rugido.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. ¡Hola, Irene! Has escrito una corriente de pensamiento que es toda un exposición del miedo social. Asumir que solo somos entes pasivos sujetos a los caprichos del Poder. Sumisión tácita por desinterés, por miedo, por apatía y simple resignación. Creo que muestras todas las sensaciones que nos paralizan, que nos impiden salir a la calle para gritarle un ¡hasta aquí! Ahora que parece que vuelven a sonar los cánticos de guerra, me pregunto qué pasaría si nuestros gobernantes nos dijeran que estamos en guerra y que debemos luchar en el frente.
    Lo que yo diría es que se vayan ellos solitos, pero seguramente rumiaría todo lo que muestras para coger un arma para defender los intereses de esos cuatro desgraciados que ordenaran una guerra. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  6. Rescato, a pesar de que asusta, toda esa estética oscura y opresa que de seguro la embellece para expresarse pero también, creo yo, la enluta. Inquietante.
    Va un abrazo, Irene.

    ResponderEliminar
  7. Irene, es un texto duro y sobrecogedor, la música y letras de la canción son hermosas y me dan otra pista de ese dolor, esa pérdida tan cruel que te arrancó de cuajo toda ilusión.
    Es difícil perder a un ser amado, aun sean los padres duele a pesar de que ellos entienden que deben partir primero que nosotros. Perder la pareja, el gran amor también debe ser algo muy fuerte y doloroso, pero creo que la peor pérdida es la de un hijo, allí hay un mundo de ilusión y amor para dar, construyes tantas emociones y de repente todo se viene abajo, es como si te arrancaran de cuajo el alma y te condenaran a seguir viviendo sin ella.

    Este diario que estás publicando donde dejas ver como ¿te vas o te fuiste? sintiendo en su momento me hace creer que si realmente se trata de una gran perdida, estás haciendo lo correcto dejando salir todo ese sentir, explorando y transmutando ese dolor para que también se convierta en polvo y tu alma pueda retornar contigo, junto a esa niña que hace tiempo fue muy feliz y necesita volver a serlo.
    Mantente enfocada querida Irene, vas bien liberando pesares y recuerdos dolorosos. Un abrazo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario